El gordo sigue sin tocar

Ya son muchos años jugando a la lotería de navidad sin suerte, más años incluso de los que tengo, porque indirectamente uno lleva heredados todos los años de mala suerte en los que ni mis padres ni abuelos ni antecesores (nos podemos remontar hasta los que pintaban en Atapuerca) han conseguido que les toque el gordo de navidad.

Esta vez tampoco hemos caído en gracia... (o mejor dicho, en Gracia sí ha tocado, en el barrio de gracia de Barcelona se ha repartido parte de un premio importante), pero a lo que vamos, que en esta ocasión, y tras tantos años de fustración... aún ni he mirado si tengo pedreas.

Las pedreas, como su nombre... no indica, son los premios menores, los de consolación, esos que no te queda más remedio que mirar cuando sabes que no te tocó ninguno de los gordos (tras ver que no ha salido en la tele el señor que te vende los decimitos todos los años, y que sigue siendo la administración con menos premios de el mundo mundial)

Es esa esperanza de que, en esos números en los que te has gastado 10, 20 o más euros en papeletas, te den una alegría inesperada. No sé, ya lo miraré, aunque, como siempre juego en los números de mis próximoa (mi club de atletismo, mi familia, el de la radio...) y no ves ninguna actualización en facebook que diga que les ha tocado... ya te imaginas que a ti tampoco. Pues solo te queda la esperanza de que ellos tampoco lo hayan mirado... pero en el caso de mi club de atletismo... con tanta gente, me parecería raro.

En fin.... que como dice la imagen que alguien con mucha gracia ha elaborado... este año tampoco nos tocó na, naaaa na na nananna

PD: Lo único bueno de que se termine el sorteo de navidad, te toque o no, es que dejas de escuchar el anuncio de televisión